Siempre es un placer visitar el campo bravo portugués, tan parecido y tan diferente a la vez del que se puede visitar en España. Y si encima la ganadería es Veiga Teixeira, todo un clásico ganadero, no sólo del campo luso, sino del campo ibérico, el atractivo y la ilusión de conocer un hierro nuevo se disparan.
Entrar en Pedrogao es entrar en la historia de la ganadería. La casa que en su origen fue un abrigo de caza, ahora luce magnifíca decorada con azulejos, pinturasy fotografías, que han ido registrando la historia de la familia. Ligada al toro, al rejoneo y a los forçados portugueses.
Desde que en el siglo XIX Mariana Teixeira empezase la activdad de cría de toros bravos, con ganado de la tierra, cruzado con toros españoles, más de tres siglos han visto pacer a los toros en los campos de Montemor O Novo. en los anos cuarenta del siglo XX se desecha la sangre primitiva y se sustituye por los Gamero-Civico de Oliveira Irmaos, origen Pinto Barreiros. Y hasta la actualidad esta es la sangre que se mantiene. El ganadero Antonio, no duda en contar las diferentes pruebas que ha hecho con diferentes sementales, buscando caracteres que él cree que puede mejorar. Así han pasado sementales a prueba de Alcurrucen , Hermanos Sampedro y Cunhal Patricio, que han dejado poca huella porque no han acabado de dar lo que se buscaba, y sólo alguna vaca quedó de esas pruebas.
Al ganadero le gusta el toro bravo, no habla de clase, ni de nobleza. Solo de bravura y casta y es eso lo que busca en sus toros.
El hierro de la espuela que lucen los toros, es el antigüo del Duque de Tovar y que compró a García Failho, que lo adquirió de Prieto de la Cal , con sangre de Sta Coloma.
Su camada se lidiará en los cosos portugueses, execepto un toro que lidiará Diego Ventura en Merida.
Agradecer a D. Antonio,su amabilidad al realizar el reportaje
El ganadero con la finca al fondo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario