Hablar del hierro que lucen los toros de Herederos de Bernardino Píriz es hablar de un pial con una larga tradicción dentro de las dehesas extremeñas. Además de está larga andadura, hay que tener en cuenta que la sangre que corre por las venas de esta vacada es diferente de las que podemos encontrar en el campo bravo español. Desde que en 1965 D. Bernardino compra a su amigo Alberto Cunhal Patricio reses con origen "Pinto Barreiros" y Tamarón, ( pocas ganaderías españolas han formado la suya con reses procedentes de Portugal), esta ganadería ha mantenido el origen en pureza, dando un toro con hechuras y tipo muy definido.
Es una ganadería que habitualmente suele lidiar en festejos sin caballos y alguna novillada picada, pero que este año, a causa de la pandemia, si que tenía cuatreños. Cuatreños que luecen como aquellos que lidió en su día Curro Romero y que rebosaban nobleza y clase. El mantenerse fie al tipo de toro de siempre y que los toreros de hoy se hayan decanado por otra sangre, hacen que esta ganadería lidie sus productos con buen resultado en los festejos menores.
Una pena que este año, las corridas no se hayan lidiado a pie en plazas, aunque hubiera sido de poca responsabilidad, pues los cuatreños salieron para festejos de rejones en Atienza y Fuentes de León con buen juego.
Agradecer al ganadero su amabilidad al realizar el reportaje y desearle suerte de cara al futuro.
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