domingo, 30 de enero de 2011

Ganadería Elia Hernandez Nuñez "Atanasio gran reserva”

Me gustaría hablar de esta ganadería de encaste Atanasio, ahora que muchas ganaderías cambian esta sangre por animales de Domecq. En Portaje, Cáceres se encuentra esta ganadería formada con reses de Heraclio Pombo, originarias de Atanasio Fernández. A las que se incorpora un lote de vacas y dos sementales del hierro de Agustinas, puro encaste Atanasio. Con estos mimbres se ha ido moldeando una ganadería de camadas cortas, sin prisas. Desechando los animales más nobles, buscando el toro que embista con transmisión. Sin caer en buscar el zambombo grande y mansurrón que ha sido el final de otras ganaderías de este encaste. Los animales de esta ganadería responden al prototipo del encaste Atanasio, el de los atanasios de verdad, no al de las últimas décadas, ni al prototipo de aquellas que incorporaron sementales de Murube y Domecq a través de Lisardo Sánchez.
Os dejo unas fotos de las vacas y los sementales de esta ganadería. Destacan los animales que Arturo llama “escuderos” por el pelo cárdeno o carbonero en referencia al cruce que hizo atanasio de los animales del Conde de la Corte con los de Escudero Calvo. También se ve algún animal de hechuras condesas, claro salto atrás genético.
En próximas fechas os pondré las fotos de la novillada que tienen para este año.


Sementales


Perfectas las hechuras

Cárdeno

El ojito derecho de los ganaderos

Las Vacas













Salto atrás al Conde de la Corte













domingo, 16 de enero de 2011

En defensa de los encastes de bravo



Ya han pasado los días en que se hablaba de ganaderías únicas camino del matadero. Ahora tras la reflexión que da el tiempo, me gustaría comentar algunos puntos de la situación.
En primer lugar es importante tener en consideración el estado actual de muchos encastes. Todos somos conscientes del estado por el que atraviesan muchas ganaderías. Aunque siempre se piensa en Santa Coloma como encaste marginado, no es menos cierto que este no es el único ni el que presenta una peor situación. Pero veamos primero cuales son los criterios que nos deberían hacer pensar en un encaste como “en peligro de extinción”

En mi opinión son varios los criterios que se deben tener en cuenta: el número de animales que quedan de un encaste en cuestión, la situación dentro del mercado taurino, y las posibilidades de cara al futuro.
Son varios los encastes que se encuentran en peligro dado el número de reproductores , aunque su situación dentro de las ferias sea buena, como son el encaste Albaserrada y Miura. Cualquier problema sanitario puede poner en peligro estas sangres. Otras ganaderías han tenido en el mismo problema. No en vano, Sánchez Cobaleda ha desaparecido por esta cuestión. Otros encastes tienen el mismo problema del reducido número de efectivos, y además se encuentran marginados, lejos de las grandes ferias, abocados a lidiar sus productos en plazas de escasa repercusión o a darles salida en las calles o festejos populares. Por otra parte esta segunda opción es una inyección económica que les permite seguir adelante.
Dentro de los encastes marginados hay varias situaciones bien diferentes, desde los marginados por el sistema taurino por sus complicaciones en la lidia, que encuentran su hueco en la afición y en las escasas ferias que se dan pensando en el toro integro. A otros que no son demandados por su casta y trapío ni por su calidades de nobleza, como el encaste Urcola o Contreras. Este último además condenado a la extinción por el éxito de Baltasar Ibán, el cruce con Domecq ha hecho que todas las ganaderías traten de imitarlo.

Ante esta situación se plantean diferentes cuestiones que necesitan una solución. En primer lugar como se ha sugerido desde otras ventanas el exigir en todas las ferias el incorporar variedad de encastes. Valorar en los pliegos la protección del toro como centro de la tauromaquia de ayer, de hoy y de siempre. Esto no es posible sin la participación de la afición. Esta debe reivindicar su papel en sus respectivas ferias. Exigiendo a las figuras que toreen ganaderías de todos los tipos y condición. Algo que por otra parte hicieron siempre las figuras del toreo de verdad. Además los premios deberían obviar las faenas hechas con los toros colaboradores y de carril, únicos a los que en las últimas fechas son capaces de “pegar pases” las llamadas figuras.
Desde el punto de vista de los ganaderos, son varias las circunstancias que deberían abordarse. En primer lugar, intentar que el toro de lidia no se compare al resto de bóvidos, sino que se le considere como animal de deporte, lo que permitiría que las condiciones sanitarias variasen. Si esto no es posible, si al menos establecer unas condiciones dentro de la legislación que salvaguarde la riqueza genética de las ganaderías permitiendo a las ganaderías afectadas por brotes de tuberculosis o brucelosis, permitir extraer embriones o separar los animales enfermos sin necesidad de mandarlos al matadero de cabeza.

Por otra parte, si durante algún tiempo El cordobés y Palomo Linares fueron capaces de hacer frente al sistema taurino impuesto. ¿ Por qué no crear ferias donde esas ganaderías puedan verse? Con el apoyo de la afición y de la correcta educación taurina sería posible volver a ver unas ferias como hace ya largo tiempo donde cada ganadería pertenecía a un encaste diferente.