Habitual de las corridas de rejones,se prodiga muy poco a pie, algo que podrían solucionar alguno de los toreros que van a tentar y que salen muy satisfechos del juego de las becerras.
Agradecer a Kiko Terrón su amabilidad y el buen rato que pasamos.





























La sorpresa surgió al ver estos dos animales, el primero ligeramente calcetero. El segundo todo un capricho genético que recuerda los galaches, o los nuñez de alcurrucen. Tiene su explicación en el refresco que hizo Carlos Urquijo con un semental de Villamarta, y que aclara el porque aparecen estos accidentes en las capas.

